El cometa ISON, o C/2012 S1 ISON, como se le llamará hasta que pase por el perihelio en noviembre de este año, fue descubierto en setiembre de 2012 por los astrónomos rusos Newski y Novichonok, con el telescopio del proyecto científico ISON.
Por las circunstancias de su órbita, se sospecha que este podría ser su primer paso por nuestra vecindad del Sistema Solar, en las proximidades del Sol. El brillo de los cometas es bastante impredecible y este caso no lo es menos, ya que no se tienen demasiados casos similares como para poder comparar y hacer una estimación fiable.
Sí que podemos decir que las previsiones son apabullantes puesto que, de cumplirse las más optimistas, podría llegar a competir en brillo con la propia Luna en enero de 2014. Sin embargo, es mejor no dejarse llevar por la euforia y esperar a ver cómo se van desarrollando los acontecimientos, sobre todo porque se va a acercar tanto al Sol que su núcleo podría acabar destruido por las fuerzas de marea.
A pesar de que puede ser un fenómeno astronómico de importancia poco habitual, no existe ningún tipo de riesgo para la Tierra, dado que, por las características de su órbita, el cometa no se acercará nunca a nosotros, ni tan siquiera en el caso de que se fragmentara en pedazos. Nada de que preocuparse, por lo tanto. Será, eso sí, un espectáculo celeste de los que se ven una vez en la vida… si tenemos la suerte de que se cumplan las previsiones de brillo.
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